La sabiduría oriental nos enseña como fluye la energía universal por nuestro cuerpo, por unos vórtices de conciencia glandular a los que llama chakras (más o menos). La sabiduría occidental nos enseña cómo desarrollar nuestro yo individual mediante unos paquetes “energéticos” llamados objetivos (más o menos). La semana chakra es la fusión milenaria de oriente y occidente (más o menos).
Lunes, Sahasrara chakra. Todavía morados por los excesos del fin de semana, nuestra alma humana (escondida en la glándula pineal, bajo la coronilla, más o menos), puerta de entrada de la inteligencia pura; se siente diluida y anhela la vuelta al nirvana de las barbacoas, las fiestuquis y las cervezas. El objetivo es lograr que pase el lunes, rezando fervorosamente al dios Tiempo para que la hermosura de la vida vuelva rápidamente.
Martes, Ajna chakra. Desde el
“tercer ojo” (por la glándula pineal, más o menos) miramos a nuestro interior,
observando como nuestra mente se va haciendo consciente del material mundo
exterior que nos rodea, aceptando la sucesión de amaneceres índigos que nos
quedan. Las sutiles fuerzas que nos guían física y espiritualmente se
manifiestan en el flujo de procesos y procedimientos para el logro de los
objetivos (hay quien lo llama rutina).
Miércoles, Vishudda chakra. Ya purificada nuestra tiroides (porque a quien madruga Dios le ayuda), nuestra boca tiene la necesidad comunicar (más allá de la insensata palabrería), y saborear la celeste emoción de que todo pasa y que lo nuestro es pasar, pasar haciendo camino hasta que un nuevo finde podamos alcanzar.
Jueves, Anahata chakra. En nuestro pecho late puro el corazón, junto al timo, brotando la verde esperanza. Nos mostramos más amables, en la perspectiva de nuestra auténtica experiencia individual. Las emociones negativas se van transformando en empatía y amor incondicional. Nos mostramos más cariñosos, incluso hay quien invita a café.
Viernes, Manipura chakra. El amarillo poder del fuego brota de nuestro plexo solar. Nuestro estómago y bazo han digerido la semana laboral. Somos conscientes de que nuestro poderoso ego recobrará el control. Nuestros miedos e inseguridades van desapareciendo. Nos sentimos triunfadores y merecedores del respeto por haber logrado el propósito de haber llegado hasta aquí.
Sábado, Swadhistana chakra. Ya podemos mirarnos el ombligo. Nuestras gónadas, el bazo y el páncreas se preparan para satisfacer nuestros deseos conscientes e inconscientes, tratando de evitar el sufrimiento y los recuerdos de los días pasados. Estamos en condiciones de renacer en un nuevo ser capaz de disfrutar de los amaneceres naranjas que siguen a una intensa noche.
Domingo, Muladara chakra. Nuestras gónadas alcanzaron la raíz de la más primitiva energía que nos conecta a la supervivencia. La roja sangre se agolpa en nuestro interior (puede que por la resaca) y el miedo subyacente empieza a asomar en la comida familiar. Es posible que también aparezca una paranoia egocéntrica, en forma de estrés y estreñimiento, obsesionados por la proximidad del lunes.
Pero la sabiduría ancestral nos enseña que del miedo y la ansiedad brotarán los coloridos pétalos de una nueva semana, una vez que hayamos soltado el bolo intestinal y el loto de la vida tenga donde enraizar.
Feliz semana.
P.D.: las fotografías tan solo tienen relación con los colores de los chakras, cualquier otra interpretación será totalmente subjetiva.
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