miércoles, 15 de enero de 2014

Tránsito temporal, 2014 acaba de comenzar.


Amanecieron húmedos los bloquecillos de cocida arcilla. Espejos de agua reflejaban el cielo en la tierra.



 El artificial lago ondeaba sus olas al viento, alegre por la lluvia recibida.



 Poco a poco, el sol iba esparciendo las nubes en el celeste y el dorado sobre el líquido embalsado.


 El sendero sobre las colinas marcaba la frontera entre el verde silencio y el ruido asfaltado.


 Dibujo de luces salvajes sobre arquitecturas sombrías distraen mi mirada.


 A medio camino al balcón me subo, observando el contraste entre palmitos y amontonados pisitos.


 Los robles, últimos caducos, retienen la hojarasca mientras le salen los brotes.


Los más valientes recorren kilómetros usando sus piernas, frente a la invasión de pantallitas y televisores.


 Hay quien despacio se airea, entre Vallecas y Moratalaz, en pasarela sobre la carretera.


 El suelo preñado de semillas y raices, por el agua ha sido fecundado. 
Por un instante creo estar en otro lado.


Árboles de acero esperan la noche para florecer encendidos, mientras  el ojo móvil nos protege.


 Y después de tantas reuniones festivas, con nuestro mejor amigo volvemos a hacer migas.


Mi primer paseo por el Parque Lineal de Palomeras ha terminado. Salud y Feliz año.

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