jueves, 22 de octubre de 2009

“Vicio” por lo verde.

Mi “vicio” por la paz verde hace que vaya buscando a diario un refugio para mi corazón en cualquier isla vegetal que encuentre en este mar de cemento que es Madrid.
Puede ser la zona verde que hay en mi trabajo,
donde me tomo un aperitivo de 20´ paseando y un montadito de 20´ respirando conscientemente plantado en la tierra, sintiéndome como un ser vivo más, antes de volver a sumergirme en la gris maquinaria del sistema productivo que me proporciona el sustento económico. También puede ser que me meriende un paseo por el Retiro, previa inmersión en el multirracial metropolitano,
o por el Parque Lineal de Palomeras;
el caso es disfrutar de la llegada del otoño con sus colores y sus frutos,
pese al empeño de los responsables del área de medioambiente
y su división acorazada, por arrancar bordillos, alcorques, bancos y caminos,
para sembrar granito y canales de cemento, no para regar los árboles sino para que el agua caiga sobre ellos y conducirla al alcantarillado. Además han tenido la ecológica idea de utilizar miles de tabletas de pino para proteger los troncos de los resecos arbolitos,
que no sus raíces, de la fauces maquinales y terminar siendo escombro.
Al menos las polígamas chinches rojas (Pyrrhocoris apterus) del Parque Lineal de Palomeras están felices y contentas por las guarderías que han construido para sus ninfas, y no dejan de celebrar orgiásticas fiestas con su estética africana en sus nuevas viviendas adosadas.
Luego están esos locos bajitos
y los que viven su segunda infancia, que habitando un poblado rebelde como Asterix, siguen disfrutando de la vida en medio del imperio del ladrillo y el cemento, sin hacer demasiado caso a las prohibiciones.
Subo a las colinas y veo el espliego en flor junto a la M40,
giro la cabeza y veo el Parque Lineal de Palomeras acorralado por vallas
e invadido por las inversiones públicas en forma de maquinaria pesada,
zanjas y bordillos.
Miro al horizonte y una bruma de gris contaminación flota sobre un mar de cemento, hierro y ladrillo. Camino unos metros y compruebo la creación de empleo en forma de cuatro obreros latinoamericanos, un africano y un rumano, trabajando en fin de semana. Pienso en el despilfarro del dinero del pueblo, en los beneficios bancarios y en la pobreza que hay en el mundo “menos desarrollado”. Asisto a la manifestación contra la pobreza, delante de los bancos (Cibeles a Sol), para pedir que los gobiernos cumplan sus promesas. Allí personas de toda edad y condición social nos manifestamos contra el hambre y la hipocresía, en un ambiente de luces y sombras. Sin el apoyo de los medios de comunicación, ni del poder eclesiástico ni político, voy a un acto en el barrio por la paz mundial y la no violencia, del que me enteré en la asociación de vecinos. Allí escuche a un niño decir: “esto está muy bien, pero en este barrio no va a ser posible”. ¿Por qué?, le preguntó una activa mujer. “Porque hay muchos gamberros, hasta en mi cole”. Parece ser que vivimos en un mundo gamberro, en el que podemos vernos reflejados en los desperdicios abandonados sobre la reseca tierra junto a un muro de hormigón, cual metáfora cruel de esta civilización que no deja de crecer hacia el caos. En fin que vuelvo a buscar la paz verde para mi pulmón y corazón, para mi cuerpomente, paseando, ahora con aromas de tierra húmeda, por este Parque Lineal, con la aguerrida esperanza en que el conocimiento de uno mismo y la búsqueda de la armonía con la Naturaleza sea una popular idea que nos lleve a un mundo mejor.

7 comentarios:

  1. http://anaisay.wordpress.com23 de octubre de 2009, 17:44

    Como tú, también he contemplado como la inversión en este parque que podría haber supuesto una verdadera mejora en instalaciones recreativas y aparatos para gimnasia, que se utiliza bastante en el parque y que son muy escasos,poner más fuentes y mantener el riego de los árboles, se ha destinado en parte a reemplazar bordillos que estaban bien y levantar los caminos más de 40 centímetros, para rellenarlos de gravilla prensada.
    Por eso, cuando paseo y veo el despropósito que se está llevando a cabo, sin dejarme llevar por el malestar que me provoca, pienso, el sinsentido que tiene la forma de vivir en esta sociedad.
    Cambiando de tema...
    Hermosas imágenes.
    Yo quiero sembrar con mi pensamiento, semillas de utopía de un MUNDO MEJOR.
    Besos Anaisay

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  2. Estupendo el texto. Has ido pasando del placer de los espacios berdes para desconectar de la cotidaneidad al destrozo sistemático en que oarecen empeñados nustras instituciones. Pareciera que ínicamente ven los parques como posibles negocios en cuanto a obra, pero sin el más mínimo interés por salvaguardar lo existente, aún más sin importarles los perjuicios que originen.

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  3. Como dice Ernesto y ya habías dejado ver ¡qué sin razón de obras destructivas que no constructivas!
    cuyo objeto exclusivo es gastar presupuesto para allegar dinero a determinadas personas y, claro, llenar el bolsillo del que dispone la obra.
    Haría falta más poder popular para fiscalizar la aplicación de los mismos.

    Otra cosa ¡te has fotografiado! semidisimuladamente y tapado "algo" para exponerte aquí.

    Me alegró verte en mi página ¡ya era hora de que se te viera... la letra!... que el pelo ya veremos cuando sucede.

    Besos y hasta pronto. PAQUITA

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  4. Bendita isla vegetal, benditos esbozos de vida y esperemos, con larga vida.

    Sería un inconsecuente (a veces lo soy) si no te dijera que, esta exposición fotográfica tan sensacional de mi querida Madrid (aunque soy "granaíno", quiero a tu/mi capital. Sobre todo por esas gentes tan extraordinarias que nos acogieron durante 4 años), es una auténtica reivindicación de la belleza y el desastre que nos atenaza.

    Y es que, para que podamos admirar la Naturaleza, estamos abocados a sacar los colores de la humanidad. Lástima de tantos destrozos, tanta contaminación (muy similar a la de mi Graná) y tantísimo cemento lleno de codicia y usura.

    Cuando vaya a tu ciudad (mi capital), si me dejáis entrar, visitaré vuestros vergeles de la Ciudad Lineal.

    Un abrazo para todos. Toni Sagrel.

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  5. Querido amigo,
    por fin alguien que dice alto y claro lo que todos los vecinos-usuarios del Parque Lineal de Palomeras opinamos de estas obras fruto de la especulación de la construcción que parece que nunca va a terminar en este país. Desde mi ventana veo cada día este despropósito, los "puestos de trabajo" creados y la sin razón de una obra que todavía ningún vecino entiende. Y como siempre pagamos los de siempre... pero tranquilos, dentro de un par de años los agujeros en los caminos, las piedras desprendidas, los desagües obstruidos (por no hablar de los árboles secos), obligarán a una nueva obra que volverá a hacer millonario a otro contratista y que facilitará al concejal de turno su 10%.

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  6. Querido amigo,
    por fin alguien que dice alto y claro lo que todos los vecinos-usuarios del Parque Lineal de Palomeras opinamos de estas obras fruto de la especulación de la construcción que parece que nunca va a terminar en este país. Desde mi ventana veo cada día este despropósito, los "puestos de trabajo" creados y la sin razón de una obra que todavía ningún vecino entiende. Y como siempre pagamos los de siempre... pero tranquilos, dentro de un par de años los agujeros en los caminos, las piedras desprendidas, los desagües obstruidos (por no hablar de los árboles secos), obligarán a una nueva obra que volverá a hacer millonario a otro contratista y que facilitará al concejal de turno su 10%.

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    Respuestas
    1. Efectivamente, pasó el tiempo y hubo otra nueva obra, para reformar lo ya reformado. Y la crísis se hizo carne y habitó entre nosotros.
      Ya casi no queda suelo biológico, y pese al riego muchos árboles se han secado.

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