sábado, 26 de septiembre de 2009

TODO PASA.

Frecuentemente vamos por la vida patinando con un pie en el pasado y otro en el futuro, mientras el presente se nos pasa entre las piernas como una suave brisa que apenas percibimos. “Ya queda menos para el fin de semana” o “¡que momentos aquellos!”.

Casi siempre que hablamos es para referirnos a un hecho pasado o a una posibilidad de futuro. En pocas ocasiones este envase alquímico, llamado cuerpo, consigue ser consciente de nuestro transito vital, dejándose tiranizar por ese tiempo inventado por el hombre.

Pasaron las vacaciones con su cargamento de ilusionados deseos. Los exóticos paisajes, más imaginados que reales, han quedado en el pasado.

Al igual que los papamoscas que llenan ahora este Parque Lineal después de su estancia veraniega en el noroeste de Europa retornan a África para pasar el invierno, regresamos los urbanitas a nuestros cubículos acristalados en la gris ciudad.

Salgo a pasear y al cabo de un rato me siento en un atormentado banco de barrio urbano, junto a unos ancianos. Dos amigos charlan sobre el contrato que se le acaba a uno y el prolongado paro del otro. Observo como juegan los niños encerrados en una propiedad particular. Oigo el canto invidente de los semáforos y el rumor de los motores, percibiendo en mi nariz el aroma de los contenedores de basura y el reseco aire que los esclavizados árboles de acera no consiguen depurar. Una vieja de alterada normalidad orina en el bordillo cual salvaje animalillo, ante la ausente mirada de dos jovencitas muy normalizadas. Decido migrar.

Llego a esta pequeña isla verde llamada Parque Lineal de Palomeras y dejo que mi tensa vista se extravíe entre las nubes que salpican el atardecer decorado por las siluetas de las melias y el canto entrecortado de carboneros garrapinos y papamoscas cerrojillos.

Reflejado me veo en las generaciones de caminantes que ante mí pasean. Jóvenes llenos de futuro, mayores con atesorado pasado, y el ahora sentido en una profunda respiración humificada por el bosquecillo de acer, acacias y cinamomos.

Hace unas horas mi mente se congestionaba ante la urgente normalidad por lograr los planificados objetivos laborales, hasta hacer rebosar el vaso de mis emociones y perder la conciencia del ser y terminar en una pelea de egos heridos.

Ahora soy un poco más consciente de la locura humana que llamamos normalidad, desde este pequeño retiro personal que me permite ver la belleza de los "bichos" más allá de su supuesta fealdad.

Pero hasta este mágico instante de luna nueva ha de pasar. Por ello vuelvo mis pulmones a llenar retomando el camino en mi transitoriedad, mientras otros se ceban en acumular lo que tarde o temprano tendrán que dejar.

9 comentarios:

  1. Qué bonito narras tu tránsito por las calles , parques, lo que sea; desde esa lucidez que te has impuesto como medida para no sucumbir a los objetivos que "otros" pretenden que sean los nuestros.
    Besos y buena noche. PAQUITA

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  2. Me gusta lo que ves y cómo lo cuentas, porque siempre arrancas de mí emociones. Melancolía, alegría, ternura, lucidez, estremecimiento, entre otras y a veces hasta una lágrima, como ahora mismo.
    Un beso muy sentío, amigo.

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  3. El tiempo, ese elemento que siempre consigue cazarnos (o alcanzarnos), a todos y todas.
    Quizás por ello, nunca llevo reloj.

    Qué bello tiene que ser contemplar ese Océano Atlántico en Andalucía. El Mar, la Mar. Nuestra sangre es el Mar.

    Y qué belleza de pajarillo (papamoscas). Sorprende que, después de tantos destrozos, tanta contaminación, tantas aeronaves, todavía estas aves sean capaces de recorrer miles y miles de kilómetros.

    Decía hoy Cayo Lara (en "Público") que Madrid, el Madrid sombrío, siempre lo asociaba con “un hormiguero lleno de gente que no se conoce de nada”.
    Afortunadamente, en Madrid existen personas, almas y algunos parques llenos de vida.

    Un abrazo. Toni Sagrel.

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  4. Hermosa reflexión sobre el vivir diario. El estar atento a lo que percibimos más que a lo que pensamos.
    Y las imágenes son elocuentes en si mismas.
    La belleza nos rodea, porque está dentro de nosotros.
    Bonito post amigo
    Besos Anaisay

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  5. ENTRO PARA PREGUNTRT... ¿irás a la excursión del grupo de Inv. del P.L.?... que comienza a las 9 y media de mañana en la estación de Villaverde Bajo.
    Datos que te doy y van sobrados porque caso de haberte interesado -y poder ir- los sabrías.
    Yo Sí voy. Besos. PAQUITA

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  6. Siempre descubro un paseo intenso y delicioso al navegar entre tus palabras e imágenes vegetales llenas de vida , en esta ocasión tu reportaje me hace pensar que nos pasamos la vida esperando lo próximo que vendrá, y a menudo nos olvidamos disfrutar del maravilloso paisaje que se nos presenta… vivir este mismo instante, ya que al fin y al cabo es lo único que tenemos.

    Un fuerte abrazo!

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  7. Es para mi todo un bálsamo volver por tu espacio; en esta entrada consigues un perfecto ensamblaje entre las preciosas imágenes que nos ofreces, con esos textos tuyos precisos y enormemente ilustrativos.

    Para mí acaba hoy el verano despues de mi retirada forzosa pero es todo un lujo volver a visitar tu Parque.

    Un abrazo

    Ernesto C.

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  8. Sabes? Me conmueven doblemente tus palabras, acompañadas por las hermosas instantáneas que tienes la gentileza de compartir. Sabe más intenso, queda en la retina por más tiempo. Gracias.

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  9. ¿Qué pasa?... contigo, me refiero.
    El trabajo, la salud, la familia, el ocio... ¿qué te mantiene separado de este espacio desde la fecha de la "entrda"?
    Deseo y espero que sea algo bueno. Besos. PAQUITA

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